Y es que en los últimos años los parques y los bares se están quedando vacíos. Los niños y los jóvenes parecen haber encontrado una nueva diversión delante de las pantallas en cuyo seno han nacido. Y han aparecido los adictos a las pantallas: a Internet, al teléfono móvil, a las consolas…
De estas nuevas drogas trata el documental Ng@nx@2 (Enganchados, Pedro Erquicia, 2006) haciendo una panorámica por las vidas de Raúl, Roberto, Héctor y Julián; cuatro jóvenes que hacen un uso indebido de las nuevas tecnologías. Puede parecer exagerado llamar a estas personas ng@nx@2, pero realmente sus comportamientos son similares a lo que hoy entendemos por drogadicto: uno de los personajes robaba dinero a su madre para recargar el móvil, otro se reconoce a sí mismo como adicto a la red de redes, otros se inventan a sí mismos en aquello que les gustaría ser… todos demuestran una dependencia psicológica de alguno de los nuevos medios de comunicación (que son más de incomunicación en estos casos). Es un problema grave que empieza a extenderse por los sectores más jóvenes, de hecho, ya hay (paradójicamente en el mismo Internet) test para determinar la adicción a la red.
¿Por qué aparecen estos adictos digitales? Las razones que se proponen son diversas y alcanzan a muchos ámbitos. Puede pensarse en el mal uso de los medios digitales, en un descontrol del progreso informático, del hipervínculo y la supuesta interactividad. O en la influencia de esta nueva forma de vida y comunicación sobre las generaciones que nacen en el seno de este nuevo mundo. Se apunta también a las nuevas formas de socialización, propias del individuo fragmentado que prefiere ocultar su yo real tras los bits y crear su propio personaje a medida. No faltan tampoco los intereses empresariales: el mundo de lo digital es un jugoso y nuevo mercado en el que cada día surgen nuevos productos y modelos (del discman al mp4, de
En mi opinión, las nuevas tecnologías pueden resultar peligrosas cuando se llega a estos extremos. Internet es una útil herramienta para la comunicación y la formación personal cuando se utiliza de forma responsable. Un teléfono móvil no debe servir sino para llamar a casa o para quedar con los amigos en el bar de la esquina y los videojuegos, si no son con un grupo de amigos con los que pasar una tarde de lluvia, pierden mucho de su sentido. Sin declararme tecnofóbica diré que las nuevas tecnologías, a pesar de abrir un enorme mundo ante nuestros ojos, no son más que medios de comunicación, documentación y ocio. No son la vida sino su sombra.
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