El Elefante Blanco nació en un pequeño local en Chueca. Ahora, hay tres elefantes de la suerte más
El negocio de Mario y Maripi abastece de todo tipo de materiales: malabar pequeño, zapatos de clown, pelucas, trapecios, maquillaje, frisbis, monociclos etc. La mayor parte del material es importado desde Europa y también vienen productos argentinos. “Argentina es un país no sólo con una producción de material de calidad, sino también de grandes artistas; uno de los más conocidos murió hace poco, se llamaba Javier Villafañe…” explica Maripi. Se defiende de las acusaciones de que el material es caro: “Hay que tener en cuenta que la mayoría es de importación y, además, que es material homologado y de calidad. Tú puedes colgarte de una cuerda, perfecto. Nosotros controlamos que sea segura y no se rompa en mitad del espectáculo”.
El Elefante Blanco es algo más que una tienda, es una casa y un punto de encuentro para todo aquel que se encuentre en el “mundillo”. “Aquí vienen desde antiguos circenses a echarse una charlita hasta niños para jugar al hackie, profesores de Educación Física, jóvenes, profesionales…” dice Tito desde su puesto en Chueca. El Elefante Blanco también funciona como agencia de espectáculos y ayuda a los artistas de la calle madrileños a regularizar su situación, Maripi se lamenta de que “en Madrid ni siquiera los artistas están acostumbrados a trabajar regularizados, esto surgió en Barcelona”. Maripi denuncia que “la administración madrileña no se preocupa ni concede ayudas, incluso pone trabas a los espectáculos de calle: puedes presentar a subvención un proyecto preparado, económico,
original y listo para entrar en escena y no te dan nada”. Según ella, lo mejor que puede hacer un artista de la calle es “regularizarse como autónomo si le es posible”.
Mario y Maripi coinciden en que en Cataluña las artes escénicas están mucho más desarrolladas que en el resto de España: “Aprendimos de Francia, quizá por eso en Cataluña haya más, como están cerquita…”, teoriza ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario