Teresa y Aitor crearon hace poco la compañía Luna Teatro para hacer lo que verdaderamente les gusta: teatro infantil y callejero. Llevan un pequeño escenario hecho con tablas que hace las veces de bosque, un títere vestido de leñador y una réplica a tamaño natural que Aitor maneja para hablar con los niños. Ambos van vestidos a rayas negras y rojas como los juglares de los libros.Aitor maneja con cuidado las marionetas que él mismo y Teresa construyen
El sonido lo pone un discman conectado a dos altavoces, la imaginación suple la falta de medios. “Queremos que los niños no sólo lo pasen bien sino que, al llegar a casa, pregunten a sus padres por qué el leñador cortó el joven fresno” dice Aitor.
Quieren enseñar que los árboles deben cuidarse, que los fuertes tienen que proteger a los débiles
Hacen tres pases cada domingo: La Fábula del Leñador, El Congreso de los Ratones y Toro y Mosquito. Resulta especialmente espectacular la última presentación: en el Retiro ya ha anochecido y una farola alumbra el escenario y la silueta de Aitor manejando sus títeres.
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