21 de mayo de 2007

Mazas y diábolos: breve repaso histórico del malabarismo

El malabarismo es el arte de la coordinación de movimientos y reflejos. El primer dato histórico de esta práctica se encuentra en las tumbas de Beni Hassan en una de un príncipe egipcio que murió en el año 1994 a.C. En sus orígenes, se identificaba con rituales religiosos y mágicos. El Talmud, un libro que recoge las leyes y tradiciones judías, habla de un rabino que hacía malabares con ocho antorchas encendidas. También se tienen datos de un irlandés llamado Cuchulainn (en la imagen, dibujo realizado en 1921 extraído de Wikipedia) que hacía juegos con nueve manzanas. Los récords actuales son 12 lanzamientos de 11 bolas (Bruce Sarafian [en inglés], 1996), lanzamiento de 7 bolas durante 3 minutos y 49 segundos (Anthony Gatto [en inglés], 1989) y juego de 5 mazas durante 45 minutos y 2 segundos (Anthony Gatto, 1989). No parecían malos malabaristas el sacerdote y el irlandés.

Pero muy pocas personas saben del origen de los aparatos o de las grandes figuras de la historia. El malabarismo no es un arte para ser estudiado sino para practicarlo y disfrutarlo.

Se aprende a través de la observación y la práctica; muchas horas, cientos de pelotas recogidas del suelo y golpes de cariocas en las piernas

También se ofrecen cursos de aprendizaje, sobre todo en las grandes ciudades, pero la mayoría de quienes lo practican aprende de sus amigos o conocidos. Con el paso del tiempo han ido apareciendo nuevas técnicas para los instrumentos tradicionales (mazas, diábolo, pelotas, cariocas y plato chino) y nuevos utensilios que manejar (astro-jax, bolas acrílicas, líquidos inflamables, pompas de jabón, cariocas de luz, kiwidos…). Estas nuevas modalidades las practican sobre todo quien hace malabares por afición, los profesionales del circo o de la calle tienden a los malabares primigenios.

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